VII. SATANÁS Y EL MINISTERIO DE JESUCRISTO

Juan 12:27-33. El versículo 31 tiene una importancia muy especial. Por la cruz de Jesucristo, el príncipe de este mundo es echado fuera. Aquí llegamos al punto culminante de la guerra de Satanás contra los propósitos de Dios En Génesis 3:15 este momento es anticipado proféticamente.

La Biblia enfatiza mucho el hecho de que la venida de Jesucristo no solamente era para traer la salvación a la humanidad, sino también para destruir las obras de Satanás (1 Juan 3:8). Según Génesis 3:15 esto incluso parece ser la razón principal de su venida. La obra de Jesucristo tiene, por lo tanto, un elemento clave dirigido hacia Satanás. Colosenses 2:15 habla del triunfo de Cristo sobre Satanás. Hebreos 2:14 y 15 habla de la liberación de la muerte y del temor a la muerte que nos tenía cautivo.

Para entender mejor el tema de esta unidad, es bueno examinar por un momento las diferentes teorías de la salvación que existen. En plan general, existen tres teorías históricas de la salvación:

  • La teoría clásica: defendida por los padres de la Iglesia: la obra redentora de Jesucristo tenía un énfasis especial dirigido hacia Satanás. Por la muerte de Jesucristo, las obras de Satanás fueron destruidos. Era la teoría más popular en los primeros siglos.
  • La teoría de la influencia moral. Defendida por Pedro Abelardo. Jesucristo vino para ser un ejemplo. Su muerte es un ejemplo perfecto del amor de Dios. A través de este ejemplo, nosotros podemos también amar a los demás. A esta teoría le falta por completo el elemento de la satisfacción penal de la muerte de Cristo. La teología liberal de los últimos siglos ha favorecido esta teoría.
  • La teoría de la satisfacción penal: defendida por Anselmo de Canterbury. Dios es santo. Es imposible para el hombre tener comunión con Dios, siendo el hombre pecador. Por lo tanto, Jesucristo vino para ofrecer un sacrificio. Cristo murió por los hombres. El llevó el pecado de los hombres. Ahora, la justicia de Dios es satisfecho. Por lo tanto, Dios puede expresar su amor hacia los hombres.

Cada una de estas teorías contiene verdades. Sin embargo, la teoría de Abelardo no ofrece esperanza para el hombre perdido y alejado de Dios.

A. SATANÁS Y EL NACIMIENTO DE JESUCRISTO

En Mateo 2:1-23 tenemos el relato bíblico de los intentos de Satanás para destruir a Jesucristo desde el inicio. De esto hablamos en la unidad anterior.

B. SATANÁS Y LA TENTACIÓN DE JESUCRISTO

Mateo 4:1-11 nos relata el acontecimiento de la tentación. Antes de la tentación, Jesucristo es bautizado y el Padre anuncia públicamente que Jesucristo es su Hijo. En el v. 4 Satanás usa esta expresión, usando en el original una construcción gramatical muy interesante. La "si" que introduce la frase condicional tiene el significado de una condición real. Se podría traducir: "Ya que eres". En otras palabras: Satanás no tiene la menor duda de que Jesucristo realmente es el Hijo de Dios. Esta era una tentación personal.

La segunda tentación es una tentación con enfoque nacional. Y como vemos: Satanás sabe manejar la Biblia, aunque no de forma correcta. Satanás saca el versículo fuera de su contexto.

La tercera tentación tiene un enfoque universal: Satanás le ofrece el mundo como reino, pero aparte de la cruz. Jesucristo rechaza la oferta: no hay corona aparte de la cruz. Jesucristo ganó esta batalla. Los ángeles vinieron para servirle.

C. SATANÁS Y LAS CONTROVERSIAS DE JESUCRISTO CON LOS LÍDERES RELIGIOSOS

Juan 8:33-47: El padre de los fariseos era Satanás mismo. Por lo tanto, hubo un abismo entre los líderes religiosos y Jesucristo. La salvación no es por obras. Esta es una doctrina diabólica.

D. SATANÁS Y LAS CONTROVERSIAS DE JESUCRISTO CON SUS DISCÍPULOS

Mateo 16:21-23: La reacción de Jesucristo es fulminante. El identifica detrás de la afirmación de Pedro una estrategia de Satanás de apartarle del camino del Calvario. No sólamente los líderes religosos malentendieron a Jesucristo, sino sus propios discípulos.

E. SATANAS Y JESUCRISTO EN EL UMBRAL DE LA CRUZ

  • Juan 14:30.31. Satanás no tiene ningún poder sobre Jesucristo. No hubo nada en nuestro Senor donde Satanás podía meter su dedo para acusarle.
  • Juan 13: 2: Judas es una herramienta de Satanás.
  • Juan 13: 27: La víctima manda al verdugo de llevar acabo su tarea.
  • Hebreos 2:14.15: En la cruz, Jesucristo, siendo la simiente de la mujer, aplastó la cabeza de la serpiente. El Mesias fue herido, incluso murió. Pero la muerte no tenía poder sobre El.

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