X. LAS CONSECUENCIAS DE LA CAÍDA - LA INHABILIDAD DEL HOMBRE CAÍDO
A. LA INHABILIDAD DEL HOMBRE
Pelagio: El hombre tiene plena libertad de hacer todo lo
que Dios requiere de él.
Wesley: El hombre perdió toda capacidad de hacer algo
bueno. Pero Dios devolvió a todos los hombres la posibilidad de volver a
Él.
Reformados: El hombre es un ser totalmende depravado y sin
capacidad para volver a Dios
1. La naturaleza de la inhabilidad del hombre
El hombre natural no entiende las cosas de Dios (1
Corintios 2:14). Esta afirmación es fundamental para muchas confesiones
protestantes:
- Los 39 artículos de la Iglesia Anglicana
- La Confesión de Westminster (reformada)
- La Confesión de Londres (bautista-calvinista)
- La Confesión Bélgica (reformada holandesa)
2. La prueba de la inhabilidad del hombre
- En ninguna parte de la Biblia se dice que el hombre puede cambiar su corazón.
- Juan 15:4.5: Jesucristo es la fuente de toda vida espiritual.
- 1 Corintios 2:14: el hombre natural no puede comprender cosas espirituales.
- Zacarías 4:6: sin la ayuda del Espíritu Santo no se consigue nada.
Por lo tanto, el hombre natural no quiere cumplir la
voluntad de Dios.
B. LA NO-EXISTENCIA DEL LIBRE ALBEDRíO DEL HOMBRE
La voluntad puede encontrarse en tres estados
diferentes:
- ser incapaz de pecar (non posse pecare): Dios, ángeles elegidos, creyentes en estado glorificado
- ser capaz de no pecar (posse non pecare): Lucifer y Adán antes de la caída
- ser incapaz de no pecar (non posse non pecare): el hombre después de la caída
El hombre no tiene una libertad natural. Siempre escogemos
lo que a Dios no agrada en materias espirituales. Jeremías 13:23 nos enseņa
que no podemos cambiar nuestra naturaleza. Estamos acostumbrados a hacer lo
malo.
Romanos 9:16: La voluntad de Dios decide, no la
nuestra.
Santiago 1:18: La voluntad de Dios es
responsable de nuestra salvación.
Si decimos: "Dios ya hizo todo por ti, ahora la
decisión es totalmente tuya", esto significa: "No hace falta orar,
porque Él ya ha llegado al final de sus recursos."
|