PROLEGÓMENOS

I. LA IMPORTANCIA DE LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

A. INTRODUCCIÓN

Hoy en día existe una gran necesidad de un conocimiento sistemático de la fe cristiana. La teología sistemática puede ser resumida en tres palabras: Dios es Dios. Dios es un Dios soberano, omnipotente, omnisciente y todopoderoso que existe y actúa de acuerdo con sus atributos. Solamente sobre esta base es posible hablar de una teología sistemática. Donde la fe en la soberanía de Dios se desvanece, la teología sistemática lo hace también.

La palabra "sistemática” implica tres cosas:

  • Se trata de una representación unificada y extensa de la enseñanza bíblica de Dios. La palabra significa también que es posible conocer a Dios
  • Dios es inmutable. Por eso una teología sistemática es posible (Mal.3:6).
  • La existencia de Dios es tomada por sentado. La teología sistemática no puede, ni quiere comprobar su existencia. La condición de cada pensamiento lógico es la existencia de Dios. Solamente la existencia de Dios da sentido a la lógica. La revelación de Dios es el único sistema posible de la verdad.

Estas ideas eran totalmente ajenas al mundo griego. Los griegos solamente conocieron dioses caprichosos y un destino incierto. Tatiano era uno de los primeros teólogos post-apostólicos en darse cuenta de ello. En contra de la idea cíclica de la historia de los griegos, él exaltó la resurrección de entre los muertos de Cristo como muestra de un concepto histórico diferente: el de un Dios que gobierna la historia de forma ordenada. Negar la posibilidad de la teología sistemática es negar al Dios de la Biblia.

Incluso en la vida diaria nos damos cuenta de que el hombre es un ser que tiene la tendencia de sistematizar su conocimiento. Es un reflejo de haber sido creado a la imagen de Dios. Donde - en términos religiosos - la teología sistemática es negada otra "teología sistemática” la reemplaza, sea el humanismo, sea el agnosticismo o cualquier otro sistema.

Un creyente que no tiene sus raíces bien profundas en una presentación sistemática de la fe cristiana, fácilmente es llevado por cualquier otra doctrina. El carácter unitario y orgánico de nuestra personalidad requiere que tengamos un conocimiento unificado como base de nuestras acciones. Si este conocimiento unificado no es provisto por los teólogos, entonces otros lo proveerán. Sin embargo estos sistemas no pueden explicar la totalidad de la realidad que nos rodea. Solamente la teología sistemática bíblica puede hacerlo.

B. LA COHERENCIA DE LAS ESCRITURAS Y LOS LIMITES DE LA TEOLOGÍA

No puede haber teología sistemática coherente, si la Palabra de Dios no es coherente. Por otro lado, la inspiración divina de las Escrituras es la única base sólida de la posibilidad de derivar de ella enseñanzas sistematizadas. Por lo tanto, la teología sistemática tiene que ser rigurosamente bíblica y no debe ser especulativa.

La teología especulativa parte de la base de que es posible con la lógica humana deducir de la Biblia conclusiones e incluso revelaciones que no son especificadas en ningún lugar. La lógica es una herramienta excelente para organizar lo revelado, pero inadecuada para alcanzar lo no revelado. La teología especulativa solamente ha dado resultados infructuosos.

C. EL PELIGRO DE LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA ABSTRACTA

No es suficiente establecer las doctrinas correctas de la Palabra de Dios, sino también tenemos que aplicarlas a cada área de la vida de forma coherente. No hay zonas neutrales en la vida. La teología sistemática tiene sus consecuencias no solamente para nuestra fe o el hombre interior, sino también sobre áreas tan dispersas como la política, la sociedad, las artes y la educación, para nombrar solamente algunas. La ética también depende de la teología sistemática. La teología abstracta tiene sus raíces en el mundo de la filosofía griega con su fe en que las ideas son las últimas realidades.

D. LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA Y LA INTERPRETACIÓN CORRECTA DE LA REALIDAD

La teología sistemática es imposible aparte de dos presuposiciones básicas: la predestinación y soberanía de Dios, y la creación del mundo por Dios. Sólo así, Dios es Dios y, sólo así, podemos declarar que existe un sistema, leyes y una estructura para todas las cosas. Nuestra interpretación correcta de la realidad depende de nuestra aceptación de estos factores. Si Dios no es soberano y controla todas las circunstancias de la existencia, entonces la casualidad es un principio superior a Dios y en este caso, la teología sistemática está condenada a fracasar porque no puede describir lo imprevisible.

La teología sistemática no es el intento de sistematizar ideas o verdades aisladas, sino la presentación de la unidad del ser de Dios, su revelación y su propósito. El sistema verdadero presenta la unidad, el orden y el diseño del ser y de la creación de Dios.

La "teología" sistemática que el hombre natural ofrece sigue las lineas de Génesis 3:1-5:

  • No existe palabra verdadera de parte de Dios.
  • Dios no tiene control sobre todas las cosas.

El hombre se convierte así en su propio dios. Esto nos lleva a una antropología sistemática. El primero en especificarla fue el famoso Carlos Darwin. La teología sistemática es, por lo tanto, más que un simple curso en un seminario que tiene como meta organizar los pensamientos de los estudiantes en cuanto a la teología. La teología sistemática no puede contentarse con simplemente organizar información. Lo que Dios requiere del hombre tiene que demostrarse en nuestras vidas y actividades, en todo lo que somos y hacemos. De lo contrario estamos negando la Palabra y al Dios que nos dio la Palabra.

Lo que hace la teología sistemática es presentar con claridad la unidad, singularidad y el orden de la Palabra de Dios para ayudar a los hombres a servir mejor a Dios. Sistematizar nuestra fe fortalece la auto-conciencia y epistemología contra las incoherencias de una fe puramente interiorizada y subjetiva.

F. LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA Y EL SEÑORÍO DE CRISTO

La meta de la teología sistemática es el declarar que Dios es el Señor (Salmo 145:3.13). En contra del modelo humanista que gobierna nuestra sociedad y sus valores tenemos que declarar una teología sistemática que es fiel al Dios trino y a su Palabra. Esta es la tarea de la teología sistemática: alabar a Dios, el Señor con nuestra mente y nuestro entendimiento.

La teología sistemática no debe preocuparse con posturas equivocadas o hereticas, sino exponer simple y llanamente lo que la Biblia enseña.


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