VI. LAS OBRAS DE DIOS

Si pasamos ahora de la doctrina del carácter de Dios a sus obras es lógico empezar con la obra que más que ninguna otra tiene su base en su carácter y sus atributos: sus eternos decretos.

A. LOS DECRETOS

1. La doctrina de los decretos

La base de esta doctrina se encuentra en

  • Efesios 1:11.

Sobre todo los teólogos reformados, partiendo de Juan Calvino, dieron mucha importancia a esta doctrina bíblica que en los demás sistemas teológicos no recibe la atención necesaria.

2. Nombres bíblicos de los decretos

  • "consejar”, "consejo”
    • Job 38:2

    • Isaías 14:26
    Enfatiza el elemento intelectual en los decretos divinos
  • "inclinación”, "voluntad”, "voluntad soberana” y "benevolencia”
    • Isaías 53:10
    • Salmo 51:18
  • El NT usa las palabra "boulé” (1) o "thélema” (2) para los decretos de Dios.
    • Hechos 2:23 (1)
    • Hechos 4:28 (1)
    • Hebreos 6:17 (1)
    • Efesios 1:11 (2)
  • La palabra "eudokía” enfatiza la libertad del decreto de Dios
    • Mateo 11:26
    • Efesios 1:5.9

3. Las características de los decretos

En la Confesión de Westminster leemos una definición excelente de lo que es el decreto eterno de Dios: "Dios, desde la eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad, ordenó libre e inalterablemente todo lo que sucede ... ." (III,1)

Ahora vamos a estudiar algunas de las características y peculiaridades de los decretos divinos.

a. El decreto y los decretos

En realidad hay sólo un decreto. Dios, como ya estudiamos, no percibe la realidad en acontecimientos seguidos uno tras el otro. Todo delante de El es como un libro abierto. Por lo tanto, desde su punto de vista, sólo hay un decreto eterno y perfecto. Nosotros, sin embargo, lo percibimos como si de muchos decretos se tratara, sujetos al espacio y al tiempo. Por lo tanto, podemos usar el plural "decretos” si entendemos que se trata de una sólo acto, de un plan eterno de Dios en el cual todas las cosas encajan perfectamente.

b. La relación de los decretos con la omnisciencia de Dios

Dios perfectamente sabe todas las cosas posibles y reales y sus causas. Este conocimiento ("conocimiento necesario”) perfecto e ilimitado forma la base de sus decretos eternos. De allí, Dios libremente ordenó sus decretos. El conocimiento especifico de sus decretos llamamos su "conocimiento libre”. Por lo tanto, los decretos de Dios no dependen de su pre-ciencia, sino su pre-ciencia de los decretos.

c. La relación de los decretos con Dios mismo y con el hombre

Los decretos de Dios tienen que ver con sus obras en relación con la creación y el hombre (opera ad extra). Ellos no forman parte de su esencia. Dios nunca decretó ser bueno, santo o justo. Tampoco decretó su existencia trinitaria.

Dios también decretó las obras y actos de su creación y sus criaturas. De algunos de estos actos Dios está directamente responsable como autor. Otros son permitidos por El. Aunque decretados eternamente, son ejecutados por la libre agencia del hombre. Por lo tanto en estos casos es el hombre el autor moral. Estos son decretos permisivos de Dios

d. Los decretos se distinguen de los actos

El decreto de crear no es idéntico con la creación. Los decretos de Dios no quitan al hombre su libre agencia. Ellos no constituyen una ley natural.

e. Los decretos están basados en la sabiduría de Dios

  • Efesios 3:10.11
  • Proverbios 3:19

Los decretos de Dios reflejan su sabiduría. Ciertamente no entendemos toda la sabiduría de los decretos de Dios. Pero ellos no son irracionales ni contradictorios.

f. Los decretos son eternos

Los decretos de Dios son eternos porque tienen su base en el ser eterno de Dios. Pero sus resultados son visibles en tiempo y espacio, como son la creación y la redención.

  • Hechos 15:18
  • Efesios 1:4
  • 2 Timoteo l:9

g. Los decretos son eficaces

Esto no significa que todo lo que Dios ha decretado lo llevará acabo por intervención directa de su poder, sino sencillamente que todo lo que el decretó ciertamente ocurrirá. Todo lo que ocurre estará de acuerdo con la naturaleza del acontecimiento bajo consideración.

  • Salmo 33:11
  • Isaías 46:10

h. Los decretos son inmutables

Dios es inmutable y por lo tanto tampoco tiene que cambiar sus decretos y planes (véase la inmutabilidad de Dios).

i. Los decretos son incondicionales

Nada en los decretos y planes de Dios es condicionado por algo que no también forma parte de sus decretos. Por ejemplo, Dios no solamente decretó salvar a los pecadores sino también determinó como llevarlo acabo.

  • Hechos 2:23
  • Efesios 2:8
  • l Pedro l:2

j. Los decretos son universales

Los decretos de Dios comprenden e incluyen todo lo que ocurre en el mundo, tanto en el ámbito físico como en el ámbito moral. Esto incluye:

  • Las buenas obras del hombre Efesios 2:10
  • Las malas obras del hombre Hechos 2:23
  • Acontecimientos que parecen casualidad Génesis 45:8; 50:20; Prov. 16:33
  • Las medidas y el final de todas las cosas Salmo 119:89-91; 2 Tesalonicenses 2:13
  • La duración de la vida del hombre Job 14:5; Salmo 39:4
  • El lugar y los límites de su morada Hechos 17:26

k. Los decretos son permisivos en relación con el pecado

Dios permite el pecado, pero no lo causa. Por su decreto, las acciones pecaminosas del hombre son inevitables, pero Dios no las causa directamente. Dios tampoco causa al hombre de querer lo malo. Sin embargo, Dios en cualquier momento mantiene el control sobre el diablo y sus huestes. Ellos no gozan de una autonomía,

4. Argumentos en contra de la doctrina de los decretos de Dios

a. Inconsistencia con la libertad moral del hombre

Dios ha pre-determinado todo lo que ocurre en la vida de una persona. Entonces el hombre se convierte en un robot o un títere.
Pero: Los decretos de Dios no están en contradicción con la libre agencia del hombre. Dios ha decretado las acciones libres del hombre. Por tanto el hombre es responsable moralmente de sus acciones.

  • Génesis 50:19.20
  • Hechos 2:23

Jamás los escritores de la Biblia ven alguna contradicción con esta postura. Incluso en nuestra experiencia ciertas cosas son previsibles, sin que pongamos en duda la libre agencia de las personas implicadas. La libertad también tiene sus leyes.

b. Causa la pasividad del hombre

Si Dios ha decretado todas las cosas, entonces el hombre no tiene por que hacer ningún esfuerzo para cambiar su situación. Entonces la oración no tiene sentido y tampoco cualquier esfuerzo evangelístico, por ejemplo.
Pero: No sabemos lo que Dios ha decretado hasta que ciertas cosas ocurran. Además, Dios ha decretado que El quiere hacer ciertas cosas por ejemplo a través de la oración o la evangelización.
Ejemplo: Hechos 27:22-25. 30-32. La salvación de la tripulación fue decretada por Dios. Pero para salvarse tenían que quedarse abordo.

c. Dios se convierte en autor del pecado

Sobre este tema hablamos bajo el punto 6 c en la página 19.

B. LA CREACIÓN

1. La creación es un acto del Dios trino

La creación del mundo es un acto del Dios trino (Génesis 1:1). Participan el Padre (1 Corintios 8:6), el Hijo (Juan 1:3) y el Espíritu Santo (Salmo 104:30)

2. La creación es un acto libre de Dios

Dios no estaba obligado a crear el universo y el hombre. Lo hizo a raíz de su libre voluntad (Efesios 1:11; Apocalipsis 4:11).

3. La creación es un acto temporal de Dios

La creación del universo es un acto que ocurrió en un momento dado. Con la creación del mundo, Dios también creó el tiempo. Las teorías físicas que hablan del tiempo como una función de la materia parecen también indicar en esta dirección.

4. La creación se llevó acabo "ex nihilo”

La palabra hebrea para "crear” usada en Génesis 1:1 es "bara´”. Esta palabra siempre se usa en relación con Dios y por lo tanto indica hacia una creación de la nada, "creatio ex nihilo". Esto quiere decir que Dios creo el mundo sin usar material ya existente. Hebreos 11:3 también enseña esta verdad.

5. La creación da al mundo una existencia que depende de Dios

Dios nunca se ha retirado del mundo después de haberlo creado, como por ejemplo el deísmo lo había enseñado. Dios es un Dios transcendente, pero también inmanente, como Efesios 4:6 enseña. Por lo tanto, en cualquier momento, el mundo depende en toda su existencia de Dios.

6. Los objetivos de la creación

El objetivo de la creación del mundo no era la felicidad del hombre, sino la proclamación de la gloria de Dios. En la medida que el hombre por ejemplo refleja su gloria, también tendrá felicidad.

  • Isaías 43:7
  • Isaías 60:21
  • Romanos 9:17

C. LA PROVIDENCIA

La providencia de Dios tiene que ver con la administración de los decretos de Dios, o sea con llevarlos acabo. Como mucho de lo que tiene que ver con este tema ya fue explicado cuando hablamos de los decretos de Dios, no vamos a entrar en este tema ahora.

D. LA PREDESTINACIÓN

La predestinación también es una obra de Dios, de cierto modo relacionada con sus decretos. Sin embargo, por su gran importancia en cuanto a la salvación del hombre, nos parece más aconsejable tratar este tema en la soteriología.

E. LAS OBRAS Y RELACIONES ESPECIALES DEL PADRE

Puesto que vamos a hablar de la Cristología y la Pneumatología en otro momento, sería importante mencionar ahora las relaciones y obras particulares de Dios el Padre.

1. Las relaciones del Padre

a. Padre de toda la creación

Hechos 17:28
Todas las personas son creadas por Dios el Padre. En este sentido - siendo el mundo su creación - El es el Padre de todo el mundo. Esta relación es solamente una relación Creador/criatura.

b. Padre de la nación de Israel

Éxodo 4:22
No todos los israelitas eran creyentes y redimidos. Por lo tanto esta relación se refiere a una relación espiritual (con los creyentes) y otra gubernamental (con todos los israelitas).

c. Padre del Señor Jesucristo

Mateo 3:17

d. Padre de todos los creyentes

Gálatas 3:26

2. Obras particulares del Padre

Prácticamente todo lo que Dios hace implica de un modo u otro todas las personas de la Trinidad. Por lo tanto - cuando hablamos de las obras particulares de Padre - no queremos excluir las otras personas de la Trinidad, sino sencillamente mencionar las cosas que parecer ser el dominio del Padre de un modo muy especial.

a. Autor de los decretos

Salmo 2:7-9

b. Autor de la elección

Efesios 1:3-6

c. El que engendró y envió al Hijo

Juan 3:16

d. El que disciplina a sus hijos.

Hebreos 12:9

CONCLUSIONES FINALES DE LA TEOLOGÍA PROPIA

1. No existe otro Dios que El que hemos intentado describir. Los dioses de nuestra propia inteligencia, creados por nosotros - sean radicalmente distintos del Dios de la Biblia o parecidos a El - son falsos. Aun creyentes pueden caer en la trampa de formarse un dios según sus propios deseos y pensamientos. El resultado puede ser un Dios parecido al de la Biblia, pero jamás será el Dios verdadero. Podemos conocer a Dios, no porque podemos razonar sobre El, sino porque El se ha revelado a nosotros. Todo lo que sabemos acerca de El viene de su revelación, y no de nuestras mentes. ¡Cuidado con crearte un dios!

2. Si el Dios verdadero es como El se ha revelado entonces no deberíamos tener ningún problema en creer que El obró milagros, nos dio una Biblia inspirada, se encarnó y reina sobre los reinos de este mundo. O sea: si aceptamos los hechos sobre el Dios verdadero que hemos recibido por revelación, entonces no es difícil creer que El hizo, hace y hará todo lo que la Biblia dice de El. Por lo tanto, la doctrina del conocimiento de Dios, la teología propia, tiene la primer prioridad en al estudio de la doctrina bíblica. (C.C. Ryrie, p. 35).


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