XIII. SANTIFICACIÓN
El pecado ya no gobierna sobre los creyentes, sin embargo están bajo el
dominio del Espíritu Santo. Esta victoria sobre el pecado no es conseguida
por nuestras obras, sino por un acto instantáneo, expresado por la fe. Esta
victoria es la posesión de todos todos los que han nacido de nuevo. No se
trata de una bendición aparte de la justificación (pentecostalismo) y
tampoco se trata de la libertad del pecado (perfeccionismo) cometido de forma consciente.
A. EL ENFOQUE DE LA SANTIFICACIÓN
La palabra hebrea de santificación es "qadesh". Su significado es
"separar" o "poner aparte para Dios". La palabra griega
"hagiadso" es usado en el mismo sentido.
La unión con Cristo nos libera del poder del pecado. La regeneración nos
limpia de la polución del pecado. Pero con todo eso, no es quitado todo el
pecado del corazón y de a vida de un creyente. Todavía queda pecado en
nosotros (Romanos 6:20; 7:14-25; 1 Juan 1:8; 2:1). La santificación
de nuestro espíritu nos renueva a la imagen de Dios y nos da e poder para
obedecer. La santifícación nos declara dignos de acercarnos a Dios para
adorarle. Por el Espíritu Santo y la Cruz, Dios aparta al creyente como
Posesión divina. De este modo, un ser humano puede adorar a Dios.
La santificación tiene como objetivo la eliminación
completa ud todo pecado Esto no va ocurrir, sin embargo hasta que estemos
en la presencia del Seņor. Tenemos que tomar en cuenta lo siguiente:
1. Cualquier pecado en el creyente es una contradicción
a la santidad de Dios.
El pecado sigue siendo algo terrible, incluso despues de
haber sido reconciliado con con Dios.
2. Pecado en nuestra vida implica un conflicto en
nuestro corazón.
Este conflicto encontramos en Romanos 7:14 ss.
Cuánto más cerca estamos a Jesucristo, tanto mayor será nuestro odio del
pecado.
3. El pecado ya no es nuestro seņor.
Hay una diferencia muy grande entre el pecado que
sobrevive y el pecado que reina. Es la diferencia entre el pecado viviendo
en nosotros y nosotros viviendo en el pecado. Para poner un ejemplo: es la
diferencia entre un país cuya capital está ocupada por e enemiyo o un país
cuyos fortificaciones sufren ataques por el enemigo.
B. CUATRO ASPECTOS DE LA SANTIFICACION
1. La santificación preliminar
- 2 Tesalonicenses 2:l3.14: Antes de creer, Dios nos eligió y nos santificó.
- 1 Pedro 1:2: La santificación es para la obediencia a la voluntad de Dios.
- 1 Corintios 7:14: El marido que no es creyente es santificado por su mujer creyente y vice versa. Los hijos también son santificados (apartados), pero no automáticamente salvados. Están bajo la bendición de Dios por el cónyuge creyente.
2. La santificación posicional
1 Corintios 1:1.2: El versículo habla de una
santificación en el pasado y concluida. En el griego es el participio
presente, lo cual indica una acción en el pasado con efectos para el
presente.
3. La santificación progresiva
2 Corintios 7:1. Aquí hablamos de un proceso de
progreso en la fe y en a vida cristiana. La santidad debe reflejarse en
nuestra vida de forma creciente. Siempre tiene que haber una diferencia
notable entre la vida de una persona salva y otra que no lo es.
4. La santificación prospectiva
Romanos 8:30: Cuando el Seņor venga, seremos
perfectos.
Los aspectos de los puntos 2 a 4 se reflejan en Efesios
5:23 y 26.
C. EL AGENTE DE LA SANTIFICACION: EL ESPÍRITU SANTO
1. Sus operaciones están rodeadas de misterio.
No es posible analizar como Él está obrando en nosotros, pero sabemos que
Él está obrando.
2. Dependemos completamente del Espíritu Santo.
Un moralismo auto-complaciente fomenta el orgullo.
La santificación fomenta la humildad y el estar quebrantado delante del
Seņor.
3. El mismo Espíritu que nos resucitó con Cristo, nos
está santificando.
Los santificados no están pasivos en el proceso. Filipenses 2:12.13
habla de una actitud activa de nuestra parte. La salvación de estos
versículos es la salvación escatológica. Nosotros obramos porque Dios está
obrando. La Biblia nos manda que seamos activos en este proceso cuyo
propósito es llegar a ser conforme al la imagen de su Hijo.
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